Ágape, el amor cristiano que expresa el compromiso con los más vulnerables, alentando la compasión humana, pero desde la mirada de un Jesús ante la gran necesidad física y espiritual; el gran misterio de amor de Jesús histórico, hombre, persona que ante las realidades humanas actuales, transmite su misericordia entre la comunidad  expresándose en obras  que embellecen el alma, y que unifican la dignidad humana, donde a sus ojos del creador somos iguales.

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Quiénes son vulnerables, que desde su pequeñez aun no son autosuficientes, ni si quiera a veces con lo más básico?.

 

El que recibe a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe. (Mt 18,5).

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Cierto día que conducía junto con mi esposa camino al trabajo, en un semáforo se nos acercó un niño con un bote y algunas monedas en el interior, nos pedía para una torta, le pregunte: No deberías estar en la escuela a esta hora?,  me miró a los ojos y con una sonrisa tierna se alejó. En ese día comprendí que el Señor permitió ver y sentir la necesidad, el unirnos a comunidades que han sentido este gran llamado a construir, desde el nombre del Señor, la esperanza en los corazones de los niños.

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El P. Miguel Blázquez Avis, Párroco de Santa Ana Cuautlixco en Cuautla Morelos, ante el crecimiento de niños cuya vida se desarrolla en las calles, se hizo próximo a 14 menores que formaban una banda, todos ellos con adicción a los inhalantes como pvc y otro tipo de drogas, dormían en lotes baldíos y/o casas abandonadas. Se desempeñaban en los diferentes semáforos de la Ciudad como traga fuegos, limpia parabrisas y malabares.

 

El padre Miguel comenzó a congregarlos en el atrio de la Parroquia con el apoyo de familias que les brindaban comida caliente, les facilitaba el aseo personal y se les proveía de ropa limpia, atención médica y se organizaban actividades recreativas. En marzo de 2002, se empieza a trabajar en colaboración con el DIF – Estatal en actividades de recreación destinadas a los niños, adolescentes y jóvenes en situación de calle en el atrio de la Parroquia.

 

Hoy en día, gracias a esta labor se ha creado y consolidado una Fundación llamada JUVENTUD Y VIDA A. C.;

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cuya misión es enseñar y educar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de calle en los principios del amor, del respeto mutuo, los valores familiares y sociales, con base a una familia, formando ciudadanos honestos e integrados a la sociedad.

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Actualmente viven en la casa hogar 25 niños, con todas las necesidades que tú y yo conocemos cuando estamos integrados en una gran familia. No cabe duda que Señor no se deja ganar en misericordia y nos exhorta: El que se haga pequeño como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos (Mt 18,4), pongámonos en sus zapatos de estos pequeños, ellos esperan por medio de tí, de mí, de tu comunidad, por medio de la iglesia que es de Cristo, apoyar a  esta noble y comprometedora labor.

 

Señor ¡¡, suscita en los corazones de tu pueblo, contemplar tu misericordia en el rostro de los más vulnerables, embellécenos con la bondad, permite hermanarnos fraternalmente desde la necesidad de los más  necesitados, concédenos la unidad  desde la desolación de los demás, para que juntos como una gran comunidad, alcancemos la plenitud en lo esencial, ayúdanos a los hombres y mujeres de buena voluntad a construir tu reino en el mundo, en la gran casa que nos diste como si fuéramos una sola comunidad, una misma familia, tu iglesia.

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P.D. Para donaciones y mayores informes visita www.juventudyvida.org